La educación popular se entiende como una propuesta educativa, cuyo centro se encuentra en la transformación de la sociedad. La particularidad de este eje es que comprende que no es posible entender la educación de manera descontextualizada, sino que en ella están presentes elementos de carácter ético, político, social y cultural. Su punto de partida es reconocer los acumulados pedagógicos propuestos desde América Latina, que proponen concepciones y prácticas transformadoras para desarrollar la educación como un ejercicio político que implica la articulación de saberes teórico-prácticos que reconocen los diversos saberes desde el diálogo y con miras a la emancipación. Siguiendo a Marco Raúl Mejía, “si la educación no cambia, tampoco lo hace la sociedad. De acuerdo con lo anterior reconoce la educación como un ejercicio político pedagógico” (2014,p5).